Todo el mundo sabe qué pretende este movimiento, y como cualquier ciudadano tienen derecho a expresar su opinión, eso nadie lo duda, pero desde la manifestación en calle es difícil hacer algo realmente significativo, a mi forma de pensar, en lo que se refiere a resultados efectivos. Por mucho que todas esas personas se manifiesten todos los días legalmente no tienen demasiada efectividad, la acción colectiva es útil en el momento en que las personas en las que hemos depositado nuestro voto y nuestra confianza deciden hacer caso.
Para ello tenemos varias opciones, podemos citarlas, por ejemplo, de lo que supone una menor a una mayor acción y toma de decisiones de la propia colectividad.
La primera de ella es que los partidos políticos actuales, los que nos están representando en la actualidad, entre las decisiones que han de tomar, comiencen a incluir puntos que son apoyados desde todas las plazas donde los indignados están hacinados.
Otra variación de la inclusión de esta legislación callejera en la oficial puede llegar a ser la iniciativa legislativa popular con la recogida de firmas 500000, para que las decisiones que se pretenden que se tomen comiencen a entrar en el parlamento para su posible votación, si es aceptada dicha entrada.
La última opción que veo posible es la creación de un partido político, todo el mundo tiene derecho a que las opiniones que defiende, lleguen a legislar si poseen el apoyo suficiente de los ciudadanos, recordemos la colectividad a nivel estatal. De forma que con el nacimiento y apoyo de aquellos que realmente creen en esas medidas se verá la influencia sobre el total. Creo que esta es la forma más directa de resolver los problemas, porque como dice un dicho popular, si quieres algo bien hecho, hazlo tu mismo.
No tiene ningún sentido seguir en la calle, eso no es pasar a la acción, lo que sí lo es, es tomar decisiones lo suficientemente importantes como para transgredir lo hasta ahora visto, siempre dentro de la legalidad vigente, que recuerdo, puede ser modificada según se modifiquen las opiniones y necesidades de todos. Las decisiones pueden ser estas que doy yo, pueden ser otras que surjan, pero hay que hacer algo, la pasividad no es una solución a no ser que como con Gandhi, exista un apoyo claro, que no es tal en este país.
Todo se olvida al cabo del tiempo, y más en un mundo en el que los medios de comunicación juegan un papel tan importante, y más en un mundo que va a una velocidad en el que las decisiones a largo plazo no suelen ser las que más triunfan en la gente de a pie.