Una vez cada 4 años los Excelentísimos Ayuntamientos de las ciudades que habitamos nos piden una pequeña aportación a la democracia en la que estamos inmersos, esa aportación consta básicamente de dar nuestra humilde pero valiosa opinión acerca de que políticas queremos que se implemente en nuestro ámbito municipal. Aun y con todo ello, hay personas que no se dignan a votar, por una razón u otra, pero no aportan su granito de arena.
No obstante hay otra forma de democracia mucho más directa, a parte de las manifestaciones y recogidas de firmas, la cual no recoge la constitución ni ninguna ley, al menos que yo conozca. De lo que os hablo es del buzón de sugerencias de la casa consistorial.
En la mayoría, por no decir todos los ayuntamientos, podemos encontrar un buzón de sugerencias o una ventanilla con una funcionaria o funcionario dispuesto a escuchar nuestras proposiciones para mejorar la ciudad. En el caso del ayuntamiento de Logroño, donde yo resido existe a nuestra disposición, un buzón de sugerencias, un número de teléfono para avisar por ejemplo de baldosas rotas en la calle e incluso el propio gabinete de gobierno se preocupa de que los jóvenes de diversos centros de ocio e institutos realicen un decálogo de ideas anual para la mejora de Logroño.
Personalmente tuve la oportunidad hace unos años de participar en uno de esos decálogos y francamente he de decir que el ayuntamiento ha ido cumpliendo poco a poco con algunos de los puntos que ahí se trataban como la ampliación de alguna línea de transporte público hacia el hospital, alargar unos cuantos kilómetros el carril-bici e instalar placas solares encima de los edificios públicos.
Conozco el caso del ayuntamiento de Torrelodones, en el que un concejal que forma parte del gobierno del municipio, se sienta a escuchar las sugerencias, críticas y comentarios de los ciudadanos en uno de los bares del pueblo, una vez a la semana. Sé que esto no es que sea lo más común, y de hecho solo es posible en pequeñas localidades, pero se hace, no creo que sea el único caso.
Esto quiere decir, que los gobernantes nos escuchan, leen nuestras sugerencias y a lo largo del tiempo las van realizando con mayor o menor rapidez, si las consideran coherentes y por supuesto, si son capaces de introducirlas, aunque sea con calzador en el presupuesto.
Por si alguien lo piensa, si, elegimos a los políticos para que hagan ese trabajo por nosotros, y a ti nadie te ayuda en tu trabajo, pero esto no se trata de una compra-venta normal y corriente de las que realizamos, al final con esas decisiones que toman ellos, vas a tener que vivir décadas, creo que merece la pena tomar más parte en ellas.
Carlos Laorden.
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