miércoles, 17 de octubre de 2012

LEGALIDAD INJUSTIFICADA O ILEGALIDAD JUSTIFICADA


Hoy me gustaría que reflexionéis conmigo sobre la poca queja social actual, huelgas, etc. tal vez sea porque nos hemos vuelto unos comodones y no queremos más que quejarnos sentados en nuestros sofás, también puede que se crea que una queja no soluciona absolutamente nada frente a las decisiones políticas de las que se están en desacuerdo, o porque realmente no hay un sentimiento de unidad por el cual nos lleva a todos a la vez a la calle, a recoger firmas o cualquier otro medio por el cual la clase política se entere por ejemplo que el IVA, no queremos que se suba.

Pero sinceramente, creo que la principal razón es que no van tan mal las cosas en este país, o mejor dicho, no van tan mal en el norte de España.

La razón por la que estoy diciendo esto es que si yo no tengo trabajo, no tengo para comer, o preveo que en 2, 5 o 10 meses voy a tener que ir a buscar comida a la trasera de un supermercado, me indigno de tal forma, que me convierto en el Nerón de este país y quemo Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao o allí donde viva, no literalmente claro.
¿Qué creo que está pasando realmente, aparte de lo ya nombrado?

Básicamente, que la economía sumergida de este país, es mucho más grande del 24% del PIB, estimado unido a la no declaración del total de los impuestos que se deben de pagar. Y ya no es solo que la gente evada, es que esta aceptado y bien visto por el resto de la población. ¿Has escuchado la frase?: y no voy a ser yo el tonto. Hoy en día esta frase va unida a una conversación sobre la cuestión impositiva en la mayor parte de los casos y la he escuchado unas cuantas veces.

Pero mi corazón hoy se encuentra dividido. Por una parte no me parece moral, de un buen ciudadano, evadir o trabajar totalmente en negro, como por ejemplo los profesores de academia, pero, por otra parte entiendo que lo hagan, puesto que la cantidad que han de pagar todos estos pequeños empresarios supera en muchas ocasiones los beneficios que se obtienen.

El coste mínimo de un autónomo son unos 260 euros mensuales y al menos en el ambiente universitario, no se mueven por lo general cifras de beneficios muy elevadas, en torno a 400-600 euros al mes, con lo que veo imposible que una persona pueda subsistir, o ayudar a su familia económicamente de una forma legal y suficiente, puesto que se pagan un tercio o la mitad de los beneficios que pueden llegar a tenerse.

En el supuesto e ideal caso en el que todo el mundo pagase sus impuestos, un sistema proporcional del pago, dependiendo de los beneficios, de forma que cuanto más beneficio, mas pagas y cuanto menos beneficio, menos pagas, con un mínimo bajo y un alto.

Lo que debería de hacer la administración, para impedir la evasión y propiciar el blanqueo de negocios, por una parte es incrementar las penas en caso de incumplir la normativa, económica y penalmente sin necesidad de incrementar el número de investigaciones y de investigadores, y por otra parte modificar, como he dicho, el sistema de pago de esos impuestos.

Una administración flexible, una población feliz, que paga sus impuestos y es 100% legal.

Carlos Laorden.

sábado, 6 de octubre de 2012

EL BANCO DEL TIEMPO

Muchas son las personas que desde hace ya unos cuantos meses, de todas las condiciones sociales y gustos políticos, pronuncian delante de mí una frase: "Con la que está cayendo vamos a volver al trueque" y no digo que tengamos que volver al trueque, eso sería una locura absurda. Desde que se invento la moneda, las transacciones se han vuelto mucho más sencillas. El dinero es internacional, los números pueden hacernos comerciar aunque sea en distintas monedas, en cualquier mercado del mundo, no es necesario ir con una mochila llena de objetos que intercambiar, y no solo eso, si no que además no tienes que buscar la persona que tenga filetes de ternera y que quiera o necesite una mesilla de noche, sin hablar de las cantidades y de la percepción de cada uno del valor de las cosas.

Pero, y siempre hay un pero, nos podemos acercar de una manera lógica y con un solo medio de cambio, el tiempo. No es una idea mía, hace muchos años que la leí en un panfleto de un centro joven y me pareció una fantástica idea, tal vez innovadora y que se adapta, o puede llegar a adaptarse a las necesidades actuales, dada la situación de las familias en la actualidad. Es simplemente una hora de mi tiempo, por una hora de tu tiempo, pudiendo ser una o 100 horas, por supuesto. Necesito pintar mi casa, pero necesito ayuda o no tengo idea de como coger ni una brocha, rellenando una sencilla lista de tus aptitudes y conocimientos de los que te ofreces, puedes solicitar esa ayuda si existen compatibilidades en el Banco del Tiempo.

- Soy un chico joven y enseño como tocar la guitarra española y pido que me enseñen a cocinar pato a la naranja.
- Soy una abuelita y necesito que me hagan la compra y me la traigan a casa y puedo enseñar a como hacer ganchillo.
- Soy un universitario y me ofrezco a ayudar a pintar a cambio de que me limpien la casa.

No obstante hay una limitación que no se expone dentro de este sistema. El mayor error que se puede conseguir de esta forma es pensar en hacerlo por evadir impuestos, es decir, en vez de pagar a un carpintero para que te haga un mueble o un fontanero para que te arregle las tuberías, buscar este servicio en el banco del tiempo, evitando el pagar impuestos. Hay que recordar que, sin esos impuestos, no podríamos caminar por las calles, no estarían construidas, carreteras, parques, servicio público de pensiones y sanidad, etc.

Es un yo por ti y tu por mí, no hay contratos de por medio, solo confianza.

¿Alguien necesita que le riegue las plantas?

Carlos Laorden